Economía de la Nueva Era – Introducción
La economía de la Nueva Era está moldeada por la necesidad de un sistema mundial de auto-gobierno. Bajo esta luz, algunos humanistas cósmicos requieren un sistema universal de cambio. Vera Alder describe el sistema monetario del futuro: "A medida que . . . las necesidades individuales serían suplidas mayormente por un sistema de tarjetas de racionamiento, la necesidad de manejar dinero menguaría. Habría, por supuesto, una moneda universal en todo el mundo. Habría un banco central."1
Debido a su creencia en una autonomía individual, los humanistas cósmicos no discuten los detalles de un sistema económico mundial, así como evitan declaraciones políticas concretas o sistemas legales definitivos. Marilyn Ferguson cree: "Tanto el capitalismo como el socialismo, como sabemos, se basan en valores materiales. Son filosofías inadecuadas para una sociedad transformada."2 Marianne Williamson agrega: "Como todo lo demás, el dinero es santo o profano, dependiendo de los propósitos que la mente le atribuya. Tendemos a hacer con el dinero lo que hacemos con el sexo: lo deseamos, pero juzgamos el deseo. Es el juicio lo que entonces distorsiona el deseo, convirtiéndolo en una expresión fea."3
Economía de la Nueva Era – Producción Iluminada Universal
De acuerdo a la economía de la Nueva Era, toda preocupación con el mercado será irrelevante en la Nueva Era venidera. Las personas del futuro no se preocuparán por escoger vocaciones que satisfagan sus necesidades o la de sus prójimos. En cambio, las personas escogerán vocaciones de acuerdo con su voz interior, la voz de Dios. Junto con una dependencia en nuestra voz interior se encuentra la creencia de que el pensamiento positivo crea riqueza, a menudo llamada producción iluminada universal.
Economía de la Nueva Era – Conciencia más Elevada = Ingresos Más Elevados
El corazón de la economía de la Nueva Era es la creencia de que si todos permitimos que nuestra voz interior nos guíe, nadie en la sociedad carecerá de nada. Shakti Gawain dice: "Hacemos una contribución al mundo, sólo con ser nosotros mismos en cada momento. No existen más categorías rígidas en nuestras vidas—esto es trabajo, esto es juego. Todo se mezcla en el flujo de seguir al universo, y el dinero fluye como resultado del canal abierto que es creado. Usted ya no trabaja para ganar dinero. El trabajo ya no es algo que tiene que hacer para mantenerse. En cambio, el deleite que se obtiene del expresarse a sí mismo se convierte en la mayor recompensa.4 Gawain también dice: "Mientras más dispuesto esté a confiar en sí mismo, y tome los riesgos para seguir su guía interior, más dinero tendrá. ¡El universo le pagará por ser usted mismo y hacer lo que usted realmente ama!"5
Randall Baer concuerda con Gawain en los resultados del pensamiento positivo. En la filosofía de éxito de la Nueva Era, "mientras más sincronizada esté una persona con la "Mente Universal," más el universo demostrará este nivel de iluminación al reflejar más 'dinero divino en acción.' Mientras más iluminada sea una persona, más dinero y éxito habrá naturalmente en su vida."6
Para los humanistas cósmicos, Dios quiere que prosperemos materialmente, y al ponernos en contacto con nuestra conciencia más elevada, somos capaces de asegurarnos un ingreso elevado. Williamson cree que si queremos algo y nos enfocamos en ello, probablemente lo alcanzaremos. Pero Dios puede desear que tengamos algo aún mejor, así que nuestro enfoque debe estar más en alcanzar una conciencia más elevada que en las bendiciones materiales. Williamson cree que podemos confiar en el mundo para otorgarnos bendiciones materiales, porque nosotros, como parte de Dios, en última instancia, controlamos la realidad. Ella cree que "nuestro propósito en esta tierra es ser felices."7 En una línea semejante, Kevin Ryerson dice: "Dios no trabaja para usted. Dios trabaja a través de usted."8
Economía de la Nueva Era – Conclusión
La Nueva Era tiende a no preocuparse con teorías económicas, porque los sistemas económicos sólo son aplicables en sociedades carentes de iluminación. Cuando las personas alcanzan la conciencia más elevada, el Dios interior los conducirá a tomar decisiones económicas sabias, y los sistemas económicos dejarán de ser necesarios.
Las personas que son guiadas por su conciencia más elevada alcanzarán el éxito material, y no necesitan preocuparse por el éxito o fracaso de sistemas económicos particulares. Por esto, la pobreza desaparecerá gradualmente, a medida que más y más personas sean dirigidas por el Dios interior.
Ya que la naturaleza humana es básicamente buena, podemos resolver nuestros dilemas económicos a medida que nos ponemos en contacto con nuestra bondad. Los humanistas cósmicos creen que los cristianos están equivocados al creer que tenemos una naturaleza pecadora. Según Shirley MacLaine, la avaricia, la envidia, la calumnia, el robo, la codicia, etc., son sólo "una manifestación de la necesidad de amor humano."9
Según la economía de la Nueva Era, la avaricia y la pobreza dejarán de existir. Las personas trabajarán juntas en armonía para aumentar y compartir la riqueza. Williamson dice que "Dios no requiere sacrificio."10 Más bien, el Dios interior quiere bendecirnos con felicidad y éxito material.
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