Fe Atea – Razonamiento Ateo
Reflexiones sobre la Fe y Razón Atea -- Mientras conducía hoy de regreso a Colorado Springs desde Denver, la niebla era tan densa que apenas podía ver el auto de adelante, mucho menos el usual esplendor de las Montañas Rocosas al oeste. Escuchaba a Tim Keller, el pastor de la Iglesia Redeemer Presbyterian en Manhattan, quien expuso algunos puntos interesantes acerca de la naturaleza de fe. En el continuo diálogo entre los teístas y los ateos que impregna la sociedad de hoy, a menudo se dice que los teístas confían en la fe, mientras que los ateos confían en la razón para la formación de sus respectivas cosmovisiones. Pero, una dicotomía tan absoluta es demasiado simplista y ha perdido contacto con la realidad.
Fe Atea versus Fe Religiosa
Partidarios tanto de la Fe Atea como de la Fe Religiosa llegan a sus creencias a través de una combinación de fe y razón. Ni el ateo ni el teísta confían únicamente en la razón. Ambos dependen de un componente de fe. Si vamos al caso, existen muy pocas creencias que alguien pueda tener que no involucren la fe en algún grado. Al conducir, el simple acto de no detenernos cuando la luz está en verde requiere fe en que los conductores que tienen la luz roja realmente se detendrán.
Richard Dawkins, biólogo y escritor de la Universidad de Oxford, sugiere que la "fe" religiosa es un "virus de la mente." En su artículo del año 1991, titulado "Virus de la Mente," afirma que: "Como algunos virus de computadoras, exitosos virus de la mente tienden a ser difíciles de detectar por sus víctimas. Si usted es víctima de uno, lo más probable es que no lo sepa, y hasta lo niegue rotundamente." Así, las víctimas del virus mimético de la fe religiosa tal vez ni sepan que han sido afectados por un agente exterior.
A la inversa, el apóstol Pablo escribió acerca de los no creyentes que "el entendimiento de ellos se embotó. Porque hasta el día de hoy, cuando leen el antiguo pacto, les queda el mismo velo no descubierto, el cual por Cristo es quitado" (2da de Corintios 3:14). Según el cristianismo, el entendimiento de Richard Dawkins puede haber sido embotado de la misma manera; un velo viral infectado por un Dios que desdeña su aire arrogante de superioridad.
Fe Atea – La Fe es Común en las Experiencias Humanas
Pero he ahí el detalle entre la Fe Atea y la Fe Religiosa. Lo que cautivó al Dr. Keller no fue el hecho de que la fe existe dentro de todos nosotros. Lo que cautivó su imaginación fue cómo cada uno de nosotros expresamos nuestra fe. Piénselo. En virtud de nuestras variadas cosmovisiones, cada uno de nosotros descubre un sentido de pertenencia. Ya sea usted un musulmán, un cristiano, un hindú, o un librepensador, encontrará a otras personas que comparten su sistema de creencia. También, pronto se dará cuenta de que existen muchas más personas que están en desacuerdo con sus creencias y simplemente las consideran equivocadas. Lo que es común a todos nosotros, es la tendencia de marginar aquellos que no creen como nosotros; de considerarnos mejores que aquellos que no han sido ilustrados de la misma manera.
En este sentido, no podemos evitar estar de acuerdo con Christopher Hitchens. La religión sí lo envenena todo. Y él ciertamente dejó claro el punto en su debate con Frank Turek. Christopher expresó emocionadamente: "¿No está tan claro como el agua que los que cometen las atrocidades más insensibles, más crueles, más brutales, más indiscriminadas, lo hacen precisamente porque creen que tienen permiso divino?" En muchos casos, debemos admitir humildemente, que tiene razón. Sin embargo, ¿no fue Pol Pot cruel e indiscriminado? ¿No fue Joseph Stalin insensible y brutal? Stalin también fue indiscriminado. Asesinó copiosamente a personas de todas las religiones.
Richard Dawkins, en El Espejismo de Dios, sugiere que aunque estos hombres ciertamente fueron ateos, no fue su ateísmo lo que los llevó a cometer tales atrocidades. El ateísmo de Stalin tal vez no lo habría llevado al asesinato si no hubiera sido porque su ateísmo primero lo llevó a marginar a las masas. Su ateísmo lo llevó a la auto-supremacía y a marginar a otros, lo que a su vez lo condujo a actos de genocidio. En su Contribución a la Crítica de la Filosofía de Derecho de Hegel, Carlos Marx describió la religión como el "opio de las masas." Pensamientos de supremacía podrían venir fácilmente a la mente de alguien convencido de que los todos los demás vagan alrededor en un metafórico estupor inducido por alguna droga. En lo que se refiere a atrocidades, todas las religiones, y hasta el ateísmo, están empatadas.
Pero ¿por qué es esto así?
Fe Atea – La Conclusión
La conclusión es que las personas no son llevadas a cometer atrocidades ni por la Fe Atea, ni por la Fe Religiosa, sino por la seducción insidiosa del poder y la invasividad sinuosa del orgullo. Estas conducen a un equivocado sentido de superioridad moral. Cuando un individuo de un grupo se ve a sí mismo superior a aquellos de otro grupo — más merecedor, más culto, más noble — terminará subyugando a los extraños mentalmente, verbalmente, y eventualmente, físicamente. Cuando la religión conduce a las personas a ver a otros como inferiores a ellos, entonces sí estropea todo.
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