Historia Secular – Introducción
La historia secular es resumida por Julian Huxley como sigue: "El destino del hombre es ser el único agente para la futura evolución de este planeta."1
En 1933, los humanistas seculares estaban completamente eufóricos acerca del potencial humano. El Manifiesto Humanista I, publicado ese año, describía a la historia como una larga historia del progreso de la humanidad hacia el paraíso. Entonces vino la Segunda Guerra Mundial, seguida por el descubrimiento de las atrocidades de Joseph Stalin. De pronto, el optimismo sin límites de los humanistas parecía absurdo. El Manifiesto Humanista II (publicado en 1973) admitió: "El nazismo ha mostrado las profundidades de la brutalidad de que es capaz la humanidad. Otros regímenes totalitarios han suprimido los derechos humanos sin acabar con la pobreza. La ciencia, a veces, ha traído tanto el mal como el bien."2
Hoy, parece imposible que los humanistas vean a la historia secular con optimismo, aunque el Manifiesto Humanista 2000 ciertamente trata. Adoptando una postura atea, los humanistas seculares deben ver la historia como una empresa torpe, incierta, a menudo inmoral, con pocas esperanzas de mejora en el futuro. El Manifiesto Humanista II parece describir en algunos lugares el rechazo del humanismo moderno del optimismo histórico, aún así, responde con una declaración de optimismo histórico incomparable: "Utilizando sabiamente la tecnología podemos controlar nuestro entorno, conquistar la pobreza, reducir notablemente las enfermedades, extender la esperanza de vida, modificar significativamente nuestra conducta, alterar el curso de la evolución humana y el desarrollo cultural, descubrir nuevos poderes vastos, y proporcionarle a la humanidad oportunidades incomparables para alcanzar una vida abundante y significativa."3
El humanismo secular afirma tener una visión realista de la historia, pero esto es contradicho por declaración tras declaración que reflejan una insistencia de que nuestro futuro eclipsará nuestro pasado.
Historia Secular – Los Humanistas Deben Ser Optimistas
Al ver el pasado, el presente, y el futuro de la historia secular, los humanistas seculares continúan irrealmente optimistas por dos razones. La primera y más reveladora es la creencia de que toda la vida evolucionó de la no-vida y ha estado evolucionando ascendentemente y hacia adelante por 3,6 mil millones de años.4 Esta perspectiva evolucionista colorea la actitud del humanismo hacia toda realidad, especialmente hacia la historia. Si, como creen los humanistas, toda realidad es un patrón evolutivo que asciende paso a paso para crear el pensamiento racional y la moral en la especie más elevada, entonces nuestra historia también debe ser una marcha progresiva hacia un mundo mejor. Así como el proceso evolutivo continúa, así debe continuar el progreso. La historia es la historia del desarrollo desde la no-vida a la vida, desde lo sencillo a lo más complejo, desde la falta de mente hasta la mente, desde el animal hasta el humano, desde lo amoral hasta lo moral.
John Dietrich explica: "Nunca ha existido ningún Jardín del Edén, ni ninguna condición perfecta en el pasado, nunca ha habido ninguna caída en el pecado, ha habido un ascenso constante. El hombre ha estado ascendiendo lentamente por las eras, desde la condición más primitiva hasta la civilización presente."5 El humanismo secular ve todo el proceso de la historia como la evolución de las personas, de las culturas, y de las civilizaciones, a personas, culturas y civilizaciones más avanzadas. Julian Huxley insiste que el "ascenso y la caída de imperios y culturas son un fenómeno natural, así como la sucesión de grupos dominantes en la evolución biológica."6 El futuro mejorará en relación al pasado y al presente porque la evolución exige progreso.
La segunda razón por la que los humanistas se apegan a una visión optimista de la historia secular es porque ellos niegan la existencia de Dios. Huxley resume mejor este sentimiento: En el patrón evolucionista de pensamiento ya no hay ni necesidad, ni lugar, para lo sobrenatural."7 No dejar lugar para lo sobrenatural reduce grandemente la importancia de las acciones humanas, ya que en esta visión, como señala Bertrand Russell, "El universo es vasto y los hombres son sólo puntos diminutos en un planeta insignificante."8
El ateísmo humanista secular, en lugar de conducir a la trampa del nihilismo, crea una dependencia del progreso de la historia humana para proporcionarle significado a la vida. Los humanistas seculares creen que el progreso de la evolución histórica es inevitable.
Historia Secular – Papel de la Humanidad en Moldear el Futuro
Cuando se trata de la visión anticipadora de la historia secular, Corliss Lamont afirma audazmente: "El humanismo le asigna al hombre nada menos que la tarea de ser su propio salvador y redentor."9 Erich Fromm explica la visión humanista secular de nuestro papel en la historia, diciendo: "El hombre se crea a sí mismo en el proceso histórico."10 Fromm describe nuestro papel de auto-redentores cuando dice: "El tiempo mesiánico es el próximo paso en la historia, no su abolición. El tiempo mesiánico es el tiempo cuando el hombre habrá nacido completamente. Cuando el hombre fue expulsado del Paraíso perdió su hogar; en el tiempo mesiánico estará de nuevo en el hogar—en el mundo".11
Los humanistas seculares luchan para llevar a cabo nuestra redención creando un cielo en la tierra. La visión de Lamont ve a una especie en evolución aún más avanzada que los humanos: "Los hombres pueden encontrar muchas posibilidades y significado en sus vidas al . . . ayudar a una nueva especie a evolucionar hasta sobrepasar al hombre."12 En esta línea, Victor J. Stenger también ve la posibilidad de una especie superior a los humanos—computadoras creadas por humanos. Él dice que esta nueva especie no surgirá "por el proceso dolorosamente lento y en gran parte aleatorio de la evolución biológica," sino mediante los avances rápidos y dirigidos de la tecnología. ""A esta nueva forma de 'vida' la llamaré, por razones históricas, la computadora."13 Stenger cree que las computadoras eventualmente demostrarán ser más capaces que los humanos en todos los ámbitos significativos de la vida, diciendo: "Si hay algo que hacemos que las computadoras no hacen, tengan paciencia. Con el tiempo lo harán mejor, si acaso vale la pena hacerlo."14
Cuando los humanistas seculares hablan de seres humanos controlando su propia evolución, no hablan de humanos comunes, sino de humanos selectos, llamados "los Condicionadores."15 por C.S. Lewis en La Abolición del Hombre. Lewis comenta acerca de aquellos que creen que pueden crear su propio destino: "O somos espíritus racionales obligados a obedecer por siempre los valores absolutos del Tao [orden moral], o sino, somos simples naturalezas a ser amasadas y cortadas con nuevas formas para complacer a maestros que no deben tener, por hipótesis, ningún otro motivo sino el de sus propios impulsos 'naturales' . . . Los Condicionadores, entonces, escogerán qué clase de Tao artificial desean producir, por sus propias buenas razones, en la raza humana. No es que sean hombres malos. Ni siquiera son hombres. Al salirse del Tao han dado un paso al vacío."16
Historia Secular – Conclusión
En la cosmovisión humanista secular la historia no es sólo acerca del pasado, también tiene que ver con un futuro cielo en la tierra. El humanismo secular declara que en algún tiempo futuro, la humanidad se redimirá a sí misma al crear el orden social supremo y, eventualmente, los humanos se perfeccionarán a sí mismos (posiblemente con alguna forma de tecnología de computadoras). Esta visión optimista es consecuente con la perspectiva evolucionista que emplean los humanistas seculares, la cual ve a los humanos acercándose cada vez más a la perfección.
En su negación de Dios como guía de la historia, los humanistas seculares ven en cambio a la ideología emergente de la humanidad como la fuerza dinámica de la historia, y a la élite que adopta la ideología humanista como la que nos conducirá a salvarnos y perfeccionarnos a nosotros mismos. El credo del humanismo secular parece ser que el humanismo secular es el plan de salvación para asegurar un futuro cielo en la tierra en la forma de una comunidad mundial.
Richard Carrier de hecho termina su libro con un capítulo titulado: "El Cielo del Humanista Secular." Dice que uno de los primeros puntos de la agenda será abolir la muerte, o como él lo dice: "Quizás hasta podremos hacer posible la inmortalidad. Hasta puede suceder que, con el correr del tiempo, podremos transferir nuestras mentes, transfiriendo los patrones de nuestros cerebros a mundos simulados por computadoras que tengan una regulación aún más perfecta que la del mundo físico, un verdadero paraíso…Es posible que nunca morirá."17
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