Matrimonio Homosexual – Contestando los Argumentos
El matrimonio homosexual continúa estando en los titulares de los diarios. En diciembre del 2009, el Consejo del Distrito de Columbia votó (11 a 2) a favor de hacer al Distrito de Columbia el sexto lugar de la Unión en legalizar el matrimonio homosexual. Actualmente, las parejas homosexuales pueden casarse legalmente en cinco estados: New Hampshire, Vermont, Connecticut, Massachusetts, e Iowa.1
Los votos en contra fueron depositados porque, según los dos miembros discrepantes, la mayoría de sus electores estaban en contra de la medida. Esos votos pueden haber sido pocos en número, pero representan un problema que es extenso y profundo para los grupos de presión homosexuales: la opinión popular.
En contra del puñado de victorias a favor del matrimonio homosexual en los últimos años, están las derrotas por referéndum en 31 estados. De hecho, en cada caso en que la novedad del "matrimonio" entre el mismo sexo le ha sido presentada "al pueblo" en votación pública, ha sido rechazada. Entonces, ¿a qué se debe esta actitud pública negativa hacia el matrimonio homosexual?
Una pareja de pastores de la zona marginal de una ciudad creen que han encontrado la respuesta.
Matrimonio Homosexual – ¿Homofobia?
Dennis y Christine Wiley son los pastores afroamericanos de una congregación que ellos describen como una "iglesia negra tradicional" en el área de Washington DC. La suya es también la "primera y única" iglesia negra en la capital de la nación que realiza uniones homosexuales —cosa extraordinaria, dado que los afroamericanos son uno de los grupos más en contra del matrimonio homosexual.
De la manera en que Wiley lo ve, el sentimiento hacia los homosexuales entre la población negra es el resultado de la "homofobia" la cual, según la Liga Anti-Difamación, es "el odio o temor hacia los homosexuales."
Esa es una acusación grave. Y note cómo estructura el debate colocando voces contrarias, desde el comienzo, en el fondo del espectro social-moral. Si usted está en desacuerdo con la agenda de los homosexuales, usted es un irracional, un ignorante, o está lleno de odio. Es un desgastado protocolo con el que estoy bien familiarizado.
En discusiones con miembros de la comunidad homosexual a través de los años me han dicho, en más de una ocasión, que mis opiniones no son más que odio, intolerancia, o ignorancia. Recientemente, uno sugirió que mis opiniones desafiaban la existencia misma de los homosexuales; como si la defensa del matrimonio tradicional equivaliera a promover el genocidio de la comunidad homosexual. Ridículo.
Utilizar holgada y rápidamente la carta de la homofobia puede generar una rápida reacción emocional, pero es ciertamente una señal de desesperación. Cuando uno no puede aventajar su posición mediante la discusión racional, juega a ser la víctima de misántropos que lo quieren poner en la lista de especies en peligro.
Matrimonio Homosexual – ¿Bibliaidolatría?
Al examinar el debate sobre el matrimonio homosexual, ¿a qué se debe la supuesta homofobia entre la comunidad afroamericana? Según Wiley y Wiley, es la sobre-enfatización acerca de "lo que la Biblia dice." En su "inocente" (léase: ingenuo) enfoque de las Escrituras, los negros religiosos en particular, y los cristianos norteamericanos en general, han sucumbido a la "'bibliaidolatría' —la práctica de adorar a la Biblia en lugar de adorar a Dios.".
No—a diferencia de los musulmanes, quienes sí tratan a su Libro como un objeto de culto, los cristianos adoran al Autor del suyo al tomar seriamente las palabras que Él ha escrito y al aplicarlas en sus vidas.
Luego, discutiendo a favor de su punto de vista privilegiado, los pastores afirman tener objetividad en su comprensión de las Escrituras, mientras acusan que la comprensión de los tradicionalistas ha sido moldeada inadvertidamente por influencias culturales. Bueno, eso ciertamente le da la vuelta a las cosas—ya que el tradicionalista es el que busca el significado simple del texto dentro de su entorno cultural, y el defensor homosexual es el que impone la cultura, la cultura moderna, sobre las Escrituras, con la "experiencia personal" como punto de referencia moral.
Matrimonio Homosexual – Experiencia Personal
Al discutir la controversia del matrimonio homosexual, cristianos profesos me han reconvenido varias veces por no considerar apropiadamente las "experiencias personales" de los homosexuales. Yo he respondido que esas experiencias pueden ser genuinas, intensas, y sinceras, pero no son una guía segura a la verdad, ni para ellos, ni para la población general.
Si dependiéramos de nuestras experiencias para saber la verdad, todavía pensaríamos que la tierra es plana en un cosmos geocéntrico en que el tiempo y el espacio son absolutos. Es sólo debido a que hemos descubierto leyes que trascienden la experiencia personal que sabemos que la realidad es algo radicalmente diferente de lo que sugieren nuestras experiencias.
Eso también aplica a la verdad moral. Las experiencias de una persona lo convencen de que la homosexualidad es intrínseca a su persona, mientras que las experiencias de otra la convencen que no es así. Una mujer llamada Kim es una de estas últimas:
Matrimonio Homosexual – Amor e Inclusión
Otro argumento a favor del matrimonio homosexual (y una crítica en contra del matrimonio tradicional) es que es contrario a las enseñanzas de Jesús sobre el amor y la inclusión. Bien, no, no lo es.
El principal Objeto de nuestro amor dijo una vez: "Si me aman, obedecerán mis mandamientos." Entre Sus mandamientos está la prohibición del sexo fuera del matrimonio. Y ya que Él no dio ningún permiso expresado, ni implícito, para el matrimonio homosexual, sino que confirmó la institución como había sido originalmente diseñada. Su prohibición incluye considerar deseos homosexuales e involucrarse en conductas homosexuales, sin importar si se tiene una relación de "compromiso", la "bendición" de una iglesia, o una unión civil.
En cuanto al amar a otros—si yo creo que el estilo de vida de mi vecino no está de acuerdo con lo mejor que Dios tiene para él, y me quedo callado, yo no lo amo como Jesús me amó a mí.
Pero ¿qué hay de la advertencia de Jesús: "No juzguéis, para que no seáis juzgados?" Al contrario de la creencia popular, Jesús no estaba sugiriendo que "amor es nunca tener que decir que estás pecando." Más bien, como se aclara leyendo el pasaje completo, les estaba advirtiendo a los discípulos que primero examinaran su propia conducta moral, para que pudieran discernir la verdad acerca de sí mismos y acerca de sus prójimos.
Lejos de decirle a Sus seguidores que no hablaran sobre juicios morales, Jesús dijo: "Si tu hermano peca, repréndelo." Palabras discordantes para los oídos modernos, pero no más que lo que Él dijo acerca de la inclusión.
La reconfortante invitación de Jesús: "Venid a Mí, todos los que estén cargados, y yo os haré descansar," incluye una difícil condición: "Tomad mi yugo y aprended de mí.". En otra parte, Jesús estableció que la vida cristiana requiere negarse a sí mismo, cargar nuestra cruz, y seguirlo a Él.
El yugo es un símbolo de sumisión y obediencia. Al llevarlo, nos rendimos a su instrucción, dirección y corrección. Nuestra cruz es un símbolo de muerte. Al cargarla, crucificamos esas actitudes, deseos y conductas que no están sincronizadas con la Palabra de Dios y Su orden creado.
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