Post-Cristianismo

Post-Cristianismo -- La Fe de Buffet Norteamericana
En nuestra cultura post-cristiana han salido a la luz veinticinco hechos tan inesperados, aunque importantes, que fueron presentados en Newsweek con el atrayente título: "Lo que Usted Debe Saber Ahora." El sentido de urgencia para nuestro mundo post-cristiano es convincente.

Las conclusiones de Newsweek que debemos saber incluyen: "¡Los extraterrestres existen!" (bueno, no realmente, pero si se contribuye con suficiente dinero y recursos seguramente los encontraremos); "Es Demasiado Tarde Parar Detener el Calentamiento Climático" (continuando el segmento anterior, esto pareció como un intento de desviar nuestra atención de los cambios climáticos a la búsqueda de inteligencia extraterrestre, para que cuando realmente encontremos a estos extraterrestres ellos nos puedan enseñar cómo evitar la ola exterminadora de calor); y "Voviéndonos Cada Vez Más Ecologistas" (a pesar del calentamiento climático, la calidad del agua y del aire del planeta nunca antes ha sido mejor. Hecho que, ha de notarse, es raramente informado por los medios de comunicación).

Algunas de las otras provocativas conclusiones son "El Bi-partidismo es Malo" y "El Socialismo es la Mejor Medicina." Dejaré pasar esas por ahora, y me enfocaré en el broche de oro del artículo: "Ahora Todos Somos Hindúes." Esto sigue un patrón actual.

Post-Cristianismo – ¿Nuestra Nueva Herencia Cultural?
¿Cuál es la evidencia de nuestro pensamiento post-cristiano? Previamente este año, el American Religious Identification Survey (ARIS) informó que desde 1990 el porcentaje de norteamericanos que se identifican como no-teístas creció del 10 al 20 por ciento, mientras que el porcentaje de los que se identifican como cristianos descendió del 86 al 76 por ciento.

Entonces, en abril del 2009, el presidente Obama opinó ante una audiencia turca: "Nosotros no nos consideramos una nación cristiana, ni una nación judía, ni una nación musulmana; nos consideramos una nación de ciudadanos que están unidos por ideales y un conjunto de valores." Anteriormente, Obama, el candidato, le había dicho a David Brody de CBN: "Independientemente de lo que fuimos anteriormente, ya no somos solamente una nación cristiana; también somos una nación judía, una nación musulmana, una nación budista, una nación hindú, y una nación de no creyentes."

Aunque es verdad que nuestra nación disfruta de una rica diversidad de expresiones de fe, esa diversidad no es el producto de valores religiosos pluralistas, sino más bien de ideas cristianas acerca de libertades individuales, incluyendo, principalmente, la libertad de religión. Existe una razón por la que las naciones culturalmente cristianas contínuamente encabezan al mundo en cuanto a libertad de religiones, mientras que las naciones musulmanas, hindúes, y seculares encabezan al mundo en persecuciones religiosas.

Independientemente del "nosotros" al que Newsweek y el presidente se refieren, ciertamente no es el "nosotros" que entiende que los "ideales y el conjunto de valores" que nos unen—como la dignidad humana, los derechos inalienables, el gobierno por el consentimiento de los gobernados, el equilibrio de poderes—son, de forma muy particular, de origen cristiano. Ese "nosotros" constituye el 62 por ciento de los norteamericanos que todavía consideran a los Estados Unidos de América una nación cristiana.

Aún así, lamentablemente, tanto Newsweek como el Presidente Obama están sobre la pista.

Post-cristianismo – ¿Somos Todos Hindúes En Realidad Ahora?
Después de mencionar nuestros fundamentos cristianos y el abrumador porcentaje de norteamericanos que se identifican como "cristianos," Newsweek admite: "Por supuesto, nosotros no somos una nación hindú." No obstante, "datos de sondeo recientes muestran que al menos conceptualmente nos estamos volviendo más parecidos a los hindúes y menos a los cristianos tradicionales en la manera en que pensamos acerca de Dios, de nosotros mismos, de otros, y de la eternidad." Aunque no se indica en el artículo, nuestra fe "conceptual" ha conducido a estilos de vida post-cristianos y a conductas que están en desacuerdo con nuestra fe profesa.

Los lectores regulares de "All Things Examined" no encontrarán esto de particular interés periodístico. Periódicamente, he hecho referencia a las conclusiones de George Barna y de otros, sobre la gran brecha existente entre nuestra profesión de fe y nuestras verdaderas creencias y prácticas. Según una encuesta de Barna, publicada en marzo del 2009, la brecha continúa siendo grande: Aunque el 76% de la población adulta profesa el cristianismo, sólo el 9% tiene una cosmovisión bíblica. (¡Para las edades entre 18 y 23 años es el 0,5%!) Incluso entre los "renacidos," la cosmovisión bíblica es mantenida sólo por el 19%. Adicionalmente, estas cifras se han mantenido constantes durante los últimos 13 años y no muestran señales de cambio.

Nos avergonzamos cada vez que un cristiano prominente está envuelto en un escándalo o corrupción. Aún así, tan preocupantes como son estos fracasos morales, no deberían ser sorprendentes.

En una cultura en la que sólo el 34% de los individuos cree en una verdad moral absoluta, la moral es personal, subjetiva, y utilitaria. El adulterio es permisible en la búsqueda de por vida del "alma gemela" de uno; abortar a un bebé no planeado es un sacrificio heroico, aunque trágico, por el bien de "eso" (el bebé), de mis seres queridos, mío. Sacar los trapos sucios de nuestro prójimo es dar amigable consejo a nuestros prójimos; persuadir a individuos no calificados a mentir en una aplicación para un préstamo es una medida compasiva de ayudar a familias a instalarse en casas.

Post-Cristianismo -- De Credos a Necesidades
He aquí la mayor evidencia de nuestra condición post-cristiana. Aunque el fundamento religioso de nuestro país es y siempre ha sido cristiano, en el corto transcurso de unas pocas décadas hemos cambiado de una religión de credos confesionarios a la espiritualización de necesidades personales, en la que la pregunta ya no es: "¿Es verdad?" sino: "¿Funciona?"

Esto ha conducido a una fe de buffet que, como escribe Stephen Prothero, de la Universidad de Boston: "concuerda mucho con la esencia del hinduismo." El profesor Prothero explica: "Si ir al yoga funciona, excelente—y si ir a la misa católica funciona, excelente. Y si ir a la misa católica además de ir al yoga y a los retiros budistas funciona, también eso es excelente."

Supongo que si asistir a misa, hacer yoga, irse a un retiro con los budistas, y ver algo de pornografía en el Internet funciona, eso también sería excelente. Y si eso no funciona, siempre está el Prozac. Con sólo nuestras necesidades palpables como guía, ¿quién va a discutir?

Aún así, la incansable búsqueda de satisfacer nuestras necesidades personales nunca podrá llenar nuestra necesidad universal: una relación duradera con el Señor y Salvador, Jesucristo. En contraste a la religión de "buffet" del hinduismo cultural, el cristianismo es una fuente integral de Verdad—una Verdad que trata la verdadera necesidad del hombre, de un Salvador y de una manera de vivir que esté en armonía con la manera en que las cosas son realmente.

Las enseñanzas cristianas sobre los importantes asuntos de los orígenes, la moral, la naturaleza humana, y fines supremos, forman un sistema de creencias que es completo en alcance, coherente en lógica, y posible en la práctica. Es el único sistema de creencias que imparte significado eterno a nuestra existencia, al mismo tiempo que nos permite experimentar paz, alegría, y seguridad, incluso cuando nuestras necesidades palpables no son satisfechas. Eso se debe a que el cristianismo tiene que ver con el bienestar de otros—tiene que ver con lo que hacemos por otros, debido a lo que Dios ha hecho por nosotros.

Por esa razón, los cristianos no deben rendirse ante el tabú social de no declarar la fe de uno por deferencia a la susceptibilidad religiosa de otros. Si verdaderamente el cristianismo ofrece las mejores respuestas a los misterios de la vida, sería insensible, hasta poco compasivo para nuestros prójimos, eludir decir una palabra de verdad en sus vidas.

Alerta del Post-Cristianismo
Al contrario de los principios post-cristianos de la etiqueta social moderna, la fe cristiana es por igual pública y "practicada" con verdades proposicionales que tienen aplicación en todas las dimensiones de la experiencia humana. Como el gran teólogo y el estadista, Abraham Kuyper, indicara una vez: "No existe una pulgada cuadrada en todo el dominio de nuestra existencia humana en la que Cristo, quien es Soberano sobre todas las cosas, no declare: '¡Mía!'"

Aún así, nuestra incapacidad de ver el cristianismo como una cosmovisión—un cuerpo unificado de verdad que tiene que ver con todas las esferas de la cultura, ya sea el arte, la literatura, la ciencia, la política, la educación, las leyes, o el mercado—ha creado una falsa distinción entre lo sagrado y lo secular, que es responsable de la preocupante brecha que existe entre nuestra profesión de fe y nuestra práctica.

Por esto, ahora más que nunca, es importante que los cristianos comprendan las implicaciones de cosmovisión de su fe, y apliquen principios bíblicos a todo lo que atañe a la vida. A ese fin, el Centro Chuck Colson para la Cosmovisión Cristiana ha lanzado un ministerio de instrucción de cosmovisión en línea. El Centro es un "centro de investigación, estudio, e inter-conexión para crecer en la cosmovisión cristiana" con "oportunidades para encontrar mentores personales, para el progresivo y personalizado estudio e instrucción, y con boletines y devocionales electrónicos diarios." El Centro alberga una considerable biblioteca de artículos, enlaces y recursos docentes—tanto de audio y video, así como de textos—para ayudar a reafirmar y tonificar los músculos de su cosmovisión.

Ahora, eso sí es algo que usted realmente "¡necesita saber ahora!" en nuestra cultura post-cristiana.