Psicología Marxista – Introducción
Ivan Pavlov resume la psicología marxista de la siguiente manera: "Sólo la ciencia, ciencia exacta acerca de la naturaleza humana misma, y el más sincero enfoque en ella con la ayuda del omnipotente método científico, liberará al hombre de su pesimismo presente, y lo purgará de su vergüenza contemporánea en la esfera de las relaciones interhumanas."1
La creencia marxista de que el desarrollo humano es una marcha inevitable hacia el comunismo empuja a la psicología marxista hacia una creencia en el conductismo. Su visión determinista del desarrollo humano parece excluir el libre albedrío, aproximando la posición conductista de que nuestras decisiones y acciones resultan de la respuesta del cerebro a los estímulos ambientales.
La aceptación marxista de la evolución y el materialismo como los medios apropiados para entender al mundo, afecta su visión de la relación mente/cuerpo, viendo la mente solamente como la actividad puramente física del cerebro. La negación marxista de lo sobrenatural cataloga a la mente humana, en la visión de Lenin, como una materia estrictamente organizada.
Sin embargo, el conductismo adoptado por los marxistas difiere significativamente del conductismo tradicional. Las teorías conductistas marxistas están basadas en el trabajo de Ivan P. Pavlov, un fisiólogo ruso de principios del siglo XX. Aunque Pavlov rechazó la teoría marxista la mayor parte de su vida, él actúa como padre adoptivo de la psicología marxista, mayormente porque sus intentos de reconciliar el materialismo con la psicología parecen encajar con la dialéctica. Una comprensión del conductismo tradicional— mediante el trabajo de B. F. Skinner, su promotor más popular— nos ayudará a precisar cómo difiere del conductismo marxista.
La Psicología Marxista – Conductismo Tradicional Definido
En un enfoque conductista a la psicología marxista, los seres humanos son vistos simplemente como receptores de estímulos, criaturas que responden de una manera predeterminada a cualquier conjunto dado de circunstancias en nuestro ambiente. Según Skinner, este es el único enfoque verdaderamente científico de la psicología. Dice: "Un análisis científico de la conducta despoja al hombre autónomo, y le otorga el control que se ha dicho que ejerce, al ambiente. El individuo...es de ahora en adelante controlado por el mundo a su alrededor, y en gran parte por otros hombres."2
La psicología conductista de Skinner está arraigada en una perspectiva evolucionista del mundo: "El ambiente no sólo empuja o absorbe, también selecciona. Su papel es semejante al de la selección natural, aunque en una escala de tiempo muy diferente. . ."3 Si el ambiente selecciona por nosotros, entonces no somos personas independientes, que tomamos nuestras propias decisiones. "La hipótesis de que el hombre no es libre es esencial para la aplicación del método científico al estudio de la conducta humana,"4 de acuerdo con Skinner y otros conductistas. Esto es consecuente con la creencia materialista de que el cerebro es un montón de nervios y sinapsis, capaz solamente de responder a estímulos de maneras que están fuera de nuestro control.5
Psicología Marxista – Rechazo Marxista del Conductismo Tradicional
Aunque las teorías de Pavlov armonizaban bien con la cosmovisión marxista, no engranaban perfectamente con el conductismo tradicional. Donde Pavlov y los conductistas tradicionales se separan, el marxismo hace lo mismo.
El marxismo rechaza algunas de las conclusiones lógicas que fluyen del conductismo tradicional. Joseph Nahem explica: "Desde este punto de vista dialéctico, el conductismo en la psicología, tales como las teorías de J.B. Watson o de B.F. Skinner, deben ser criticadas como mecánicas, como la reducción del proceso psicológico del funcionamiento humano al solo proceso fisiológico de conducta."6
Nahem revela la razón del rechazo de la psicología marxista del conductismo tradicional cuando dice: "El marxismo mantiene que existen leyes de desarrollo social que conducirán, mediante una lucha consciente, hacia una mejor sociedad, el socialismo. Skinner cree que su 'Ingeniería Conductista' ocasionará una mejor sociedad. ¿Qué clase de sociedad producirá Skinner?"7
La cosmovisión marxista ve la humanidad en una lucha consciente para lograr una sociedad comunista. El rechazo del conductismo tradicional de nuestro libre albedrío va en contra, y podría, de hecho, excluir la voluntad del proletariado de rebelarse y derrocar a las clases altas opresivas.
El conflicto yace en la incompatibilidad de una filosofía materialista y la noción del libre albedrío. Marx, quien vivió antes del desarrollo de la teoría conductista, reconoció el conflicto y trató de resolverlo afirmando: "La doctrina materialista de que los hombres son el producto de las circunstancias y la educación—olvida que las circunstancias son cambiadas precisamente por los hombres."8 Las dos ideas en conflicto se hacen más obvias por el advenimiento de la teoría conductista determinista en la psicología.
Psicología Marxista – Dialéctica
La psicología marxista utiliza la dialéctica para apoyar su rechazo del conductismo tradicional. En la visión dialéctica, nuestra conducta está determinada por el choque o lucha entre nuestro libre albedrío (tesis) y las fuerzas de nuestro ambiente y sociedad (antítesis). La base de esta visión está en la declaración de Marx de que "los hombres hacen su propia historia, pero no la hacen en circunstancias escogidas por ellos, sino en circunstancias directamente encontradas, dadas y transmitidas desde el pasado."9
Nahem resume la relación entre el determinismo y el libre albedrío, y entre el conductismo y la dialéctica: "Skinner abandona la libertad y la dignidad y propugna una visión rígidamente determinista, una visión que el marxismo llama materialismo mecánico. Fue sólo con el desarrollo del marxismo que la completa relación entre la libertad y el determinismo pudo ser explicada. El materialismo necesitaba de la dialéctica para delinear el significado verdadero de la libertad."10
Psicología Marxista – Conclusión
La visión dialéctica de la conducta y la libertad es consecuente con la cosmovisión marxista, explicando científicamente la urgencia e inevitabilidad del comunismo, pero manteniendo el concepto del libre albedrío.
Los términos libertad o libre albedrío en la psicología marxista indican nuestra libertad para escoger el tipo de sociedad que a su vez determinará nuestra conducta. No significa que nosotros escogemos nuestra propia conducta. Por esto, cuando no ejercitamos nuestro libre albedrío para escoger nuestra sociedad, estamos siendo controlados por nuestra situación o ambiente.
Los marxistas responsabilizan a la sociedad de regularnos. Esta regulación nos expone a los estímulos apropiados que provocarán la conducta apropiada. Estos estímulos son encontrados sólo en una sociedad comunista que nos regula para ser fieles a lo colectivo y al internacionalismo.
En este contexto, la libertad virtualmente no significa nada. Una sociedad que regula científicamente el desarrollo humano es muy similar a la descrita por George Orwell en 1984.En la psicología marxista, nosotros simplemente somos animales en evolución que necesitan ajustes antes de entrar a la perfección del orden mundial venidero—un orden donde toda la humanidad será perfeccionada. El nuevo orden, sin embargo, nos privará de libertad y dignidad como lo hace Skinner y todas las psicologías materialistas.
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