Sociología Islámica – Introducción
Khurshid Ahmad presenta una visión interesante de la sociología islámica: "La humanidad es una sola familia de Dios y no puede permitir. . . barreras. Los hombres son uno— y no burgueses o proletarios, blancos o negros, arios o no-arios, occidentales u orientales. El islam da un concepto revolucionario de la unidad de la humanidad."1
Las estructuras y características de la sociedad son centrales en la cosmovisión islámica. Se ha dicho mucho acerca de la relación del individuo con la sociedad, así como las relaciones entre hombres y mujeres, entre esposos, etcétera. Como en el cristianismo, la familia, el culto de Dios, y el Estado son centrales en las enseñanzas islámicas, pero existen diferencias substanciales entre las dos cosmovisiones en cada área. De esta manera, la visión musulmana de la sociología es resumida como una que gira alrededor de la familia polígama, de la mezquita, y del Estado.
Sociología Islámica – Individuo y Sociedad
Un principio central de la sociología islámica es que el islam proporciona una armonía perfecta entre el individuo y la sociedad, manteniendo ambos sincronizados. "Otra característica única del islam es que establece un equilibrio entre el individualismo y el colectivismo. Cree en la personalidad individual del hombre y responsabiliza individualmente a todos ante Dios. Garantiza los derechos fundamentales del individuo y no permite que nadie interfiera con ellos. Hace uno de los objetivos principales de su política educativa el desarrollo apropiado de la personalidad del hombre. No comparte la visión de que el hombre debe perder su individualidad en la sociedad o en el Estado. . . . Por otro lado, también despierta un sentido de responsabilidad social en el hombre, organiza a los seres humanos en una sociedad y en un Estado y le impone al individuo suscribirse al bien social."2
Sociología Islámica – Hombres y Mujeres
El Corán afirma que la raza humana se originó con Adán: "¡Oh humanidad! Reverencia a tu Guardián-Señor, Quien te creó de una sola Persona, creó, de la misma naturaleza, a su compañera, y de ellos dos dispersó (como semillas) innumerables hombres y mujeres. . .”
El Corán también declara que los hombres y las mujeres son iguales en espíritu delante de Dios (33:35): "Para los hombres y mujeres musulmanes, para los hombres y mujeres creyentes, para los hombres y mujeres devotos, para los hombres y mujeres verdaderos, para los hombres y mujeres que son pacientes y constantes, para los hombres y mujeres que se humillan, para los hombres y mujeres que contribuyen con caridades, para hombres y mujeres que ayunan (y se privan), para los hombres y mujeres que protegen su castidad, y para los hombres y mujeres que se ocupan mucho de la alabanza a Dios, para ellos, Dios tiene preparado perdón y gran recompensa."
Además, el Corán establece las diferencias entre los hombres y las mujeres: "Los hombres son los protectores y proveedores de las mujeres, porque Alá le ha dado a uno más (fuerza) que al otro, y porque ellos las mantienen con sus medios. Por lo tanto, las mujeres justas son devotamente obedientes, y protegen en ausencia (del marido) lo que Dios quiera que protejan" (4:34).
Los apologistas musulmanes explican que estos pasajes indican que los hombres deben cuidar a las mujeres, no que las mujeres son esencialmente inferiores. Pero otras declaraciones en el Corán parecen desafiar esa noción. Por ejemplo, un pasaje dice: "Y consigue dos testigos, de tus propios hombres, y si no hubieren dos hombres, entonces un hombre y dos mujeres, a tales escoge por testigos" (2:282), indicando que el testimonio de una mujer vale la mitad del testimonio de un hombre.
Adicionalmente, una tradición en la Sunnah describe a las mujeres como poseedoras de menor inteligencia que los hombres: "Abu Said Al-Khudri narró: Una vez, el Apóstol de Alá fue al Musalla (a ofrecer la oración) a la oración ‘Id-al-Adha o Al-Fitr. Entonces pasó cerca de las mujeres y dijo: '¡Oh mujeres! Dad limosnas, porque he visto que la mayoría de los habitantes de las llamas del infierno son ustedes (mujeres).’ Ellas preguntaron: '¿Por qué es así, Oh Apóstol de Alá?' Él contestó, 'Ustedes maldicen con frecuencia y son desagradecidas con sus maridos. No he visto a nadie más deficiente en inteligencia y religión que ustedes. Un hombre sensato y cauteloso podría ser descarriado por algunas de ustedes.' Las mujeres preguntaron: '¡Oh Apóstol de Alá! ¿Qué es deficiente en nuestra inteligencia y religión?' Él dijo: '¿No es la evidencia de dos mujeres igual al testimonio de un solo hombre?' Ellas contestaron afirmativamente. Él dijo: 'Esta es la deficiencia en su inteligencia. ¿No es cierto que una mujer no puede ni orar ni ayunar durante su menstruación?' Las mujeres contestaron afirmativamente. Él dijo: 'Esta es la deficiencia en su religión'"3
De nuevo, aunque el Corán parece poner a los hombres y a las mujeres en igual posición espiritual delante de Alá, algunas enseñanzas en la Sunnah lo contradicen. Mahoma dijo que había tenido la oportunidad de ver a las personas en el infierno ¡y registró que la mayoría de sus habitantes eran mujeres! "`Imran bin Husain narró: El Profeta dijo: 'Miré el Paraíso y encontré que los pobres constituían la mayoría de sus habitantes; y miré el Infierno y vi que la mayoría de sus habitantes eran mujeres.'"4
Sociología Islámica – Matrimonio
La visión musulmana del matrimonio está bien desarrollada, aunque es diversa. Algunos musulmanes modernos se sienten bastante incómodos con algunas de las enseñanzas y prácticas del islam con respecto al matrimonio. Pero todos los musulmanes concuerdan que un matrimonio es un contrato que puede romperse mediante el divorcio (aunque la mayoría cree que el divorcio sólo puede ser iniciado por los hombres). Algunas características del matrimonio asentadas en el Corán y en la tradición islámica incluyen lo siguiente:
Sociología Islámica – Patriarcado
Las sociedades musulmanas tienden a ser patriarcales—esto es, tienden a ser dominadas por hombres. Se espera que las mujeres tengan hijos, y aquellas que no tienen hijos enfrentan el temor constante de que el marido se busque otra mujer. El requerimiento de que las mujeres deben tener hijos varones agrava más aún la situación. En relación "al gran temor de los padres musulmanes de no tener suficientes hijos," Vivienne Stacey describe un escenario preocupante: "¡Cuán frecuentemente una mujer está afligida porque no ha engendrado un hijo! La esposa que sólo produce hijas también buscará ayuda religiosa así como tal vez asistencia médica. Si ya tiene un hijo deseará tener más hijos, en caso de que el niño muera, como fácilmente puede suceder. Entonces, la importancia de una mujer en la sociedad en general es estimada por su capacidad de producir hijos varones. Esta es una desigualdad entre los sexos acerca de la cual las leyes de un país y los esfuerzos de las asociaciones de planificación familiar no pueden hacer mucho."6
Los musulmanes educados en universidades occidentales a menudo se dan cuenta de que estas tradiciones discrepan con la genética y otros problemas físicos. No obstante, las esperanzas masculinas de que sus mujeres tengan hijos varones, y los temores femeninos de no poder satisfacer estas esperanzas, persisten ampliamente en todos los países musulmanes.
Sociología Islámica – Conclusión
Al observar el concepto de la sociología islámica es importante darse cuenta de que el islam no hace distinciones entre las instituciones sociales y el Estado. En cambio, el islam es una realidad integral – el Estado debe ser tan islámico como lo es la mezquita local. El islam es una religión; pero el islam también es un gobierno. El mundo musulmán de hoy está dividido entre aquellos que favorecen naciones-estados (con leyes, constituciones, y límites distintos a los de otras naciones) y aquellos que favorecen un pan-islamismo (la visión de que la comunidad musulmana debe estar unida, con límites nacionales disminuidos o inexistentes). Aquellos que favorecen naciones-estados a veces producen naciones musulmanas donde la población es predominantemente musulmana, pero donde la ley no es Sharía, o no es tan pura.7 Por ejemplo, Turquía es una nación musulmana cuya constitución no está basada en la ley Sharía. Aunque la mayoría de su población es musulmana, Turquía misma es una nación secular.
Los musulmanes que favorecen una comunidad pan-islámica se inquietan por esto y tienden a responder con varias expresiones de desaprobación. A veces, esta desaprobación adopta la forma de denuncia verbal de la nación. A veces, adopta la forma de individuos dentro del gobierno que procuran reformarlo. Sin embargo, los medios de comunicación se enfocan más a menudo en aquellos que se involucran en actividades armadas de protesta y terroristas, como a menudo sucede en Turquía y en Egipto.
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